jueves, 6 de septiembre de 2012

Manolo en Mar del Plata, clásico

El lugar de las estrellas, del teatro de revista, el clásico de las vacaciones argentinas. Mar del Plata. Dos mundos distintos tal vez, el glamour y la Bristol. Las modelos y vedettes y los hombres panzones, velludos caminando por la playa. Eso es Mar del Plata. Un sitio donde en verano uno tiene que sentarse sobre otro porque no hay lugar en la playa. Pero donde hay mucha gente, también hay muchas opciones. Y ojo, no todas las playas son así. Hay que saber buscar. Las que están alejadas del centro son un poco más tranquilas. Sin gente, nunca, pero tirando para el faro ya hay playas donde puede uno sentarse o tirarse en la arena sin que lo pasen por arriba. Y a la hora de alquilar, hay de todo. Nosotros siempre hemos preferido alquiler de casas en Mar del Plata que el de hoteles. Simplemente por la comodidad, la privacidad. Es cierto que hay que limpiar y en el hotel no. Pero la casa es más barata, si se reserva con un poco de anticipación. E incluso, al haber tanta oferta se puede llegar allí y conseguir. Siempre hay alguien que no alquiló, alguien que se bajó y no fue. Es una ciudad tan grande que las alternativas sobran. Por supuesto, lo mejor es no perder tiempo de vacaciones ni fuerzas en llegar allí y alquilar. Sobre todo ahora que se puede hacer una reserva por internet y ni siquiera hay que hacer todo ese proceso engorroso de llamar, ir a ver fotos a la casa de alguien, etc. Todo puede hacerse online y en eso y en muchas otras cosas Internet ha facilitado la vida. En todas las actividades turísticas. Y una vez allí, el clásico, los churros de Manolo. Eso sí es lo que no se puede dejar de lado.